La motivación, esto fue lo que me dijeron cuando les conocí.
“El eje central de los niños para aprender es estar motivados”. En un segundo
me tenían en el bolsillo.
Encontrar a profesionales que comparten tu filosofía no es
solo un alivio sino la comprobación de que las cosas se están haciendo bien, pues
ya son muchos los profesionales que nos dejamos la piel cada día para mejorar
en el ámbito de la educación e intentar cambiar la historia.
¿Qué es Aloha MentalArithmetic?
Se trata de un programa que nació en Malasia hace 18 años
(1993) basada en el método que seguía China y Taiwán desde hace más de 900 años
y que actualmente cuenta con más de 4 millones de alumnos por todo el mundo.
Este método utiliza el ábaco y el cálculo mental para conseguir que los niños
de 5 a 13 años desarrollen al máximo su inteligencia.
¿Cómo te quedas?... ¿Dudas?...
Perfeccionan la memoria, la creatividad, la atención y, por
supuesto, la concentración. Con el entrenamiento de estas habilidades los niños
mejoran en todos los aspectos de la vida.
¿Aprovechamos nuestro
potencial cerebral?
La respuesta es contundente, no. Tan solo aprovechamos entre
un 2% y un 3% y, según nuestros compañeros de Aloha, utilizamos más el
hemisferio izquierdo. Este programa lo que hace es que nuestros alumnos
ejerciten ambos hemisferio simultáneamente, de esta manera:
- Se incrementa la capacidad de concentración.
- Mejora la escritura, la lectura y la capacidad de aprendizaje.
- Hay una mayor velocidad y precisión en la realización de operaciones aritméticas.
- Aumentan la creatividad y la capacidad de visualización.
- Mejora la capacidad de escucha y observación.
- Se potencia la memoria fotográfica y la orientación espacial.
- Se refuerza la autoconfianza.
- Se adquieren habilidades analíticas.
- Mejoran las capacidades comunicativas.
Después de esta enumeración de beneficios está claro que es
una actividad que debería estar presente en todos los centros educativos.
Y lo mejor es la parte personal, tan importante cuando
hablamos de temas educativos… esos profesionales preocupados por sus alumnos,
que cada día se implican en su evolución y que dedican su tiempo a mejorar para
hacer crecer a los pequeños con los que comparte esta actividad. Me encanta
verles llegar cargados con su material y las ganas con la que se enfrentan a la
jornada… y es que la vocación es la base para conseguir que los métodos
funcionen.
Gracias a Marta Herrero por enseñarme hoy un poquito más.
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