Infinito,
-ta:
1. ilimitado que no tiene ni puede
tener límite o término.
2. interminable que es muy numeroso o
excesivo.
3. Que no tiene ni puede tener fin.
No podemos darle un valor, no lo tiene, no hay número que alcance a
explicar la cantidad exacta a la que nos referimos, porque no la hay. Utilizamos
este término en numerosas ocasiones, “es infinitamente mejor, te quiero
infinito, me gusta infinito…” cuando queremos hablar de cantidades volvemos a
hacer uso de él “había infinitas terrazas, infinitas tiendas…” pero ¿lo usamos
para definir a personas?, ¿alguna vez has dicho “Esa persona es infinita”?.
Existen personas infinitas, personas que cuando las miras eres incapaz de
calcular el cariño que las tienes, porque hace tiempo que dejó de crecer para
convertirse en un valor incalculable, personas que hacen de lo bueno de la vida
en una prolongación de su personalidad, esas que a la vez que van cumpliendo
años van sumando experiencias a esa capacidad infinita de no tener fin… Cuando
te tropiezas con ellas no tienes ninguna duda, será infinitamente parte de tu vida,
tendrás infinitas aventuras, disfrutarás de infinitas carcajadas.
Son esas extrañas casualidades que ocurren como todo lo bueno de esta vida,
esas que viene para quedarse, las que no te esperas, las que, aún pasado un
tiempo, no sabes en qué momento llegaron. Van por la vida disfrazadas de
modestia, sin querer hacer mucho ruido, con una felicidad contenida para no
molestar… porque esto es lo que tienen las personas infinitas, que ellas aún no
se han dado cuenta… Podrás reconocerlas por su capacidad para dar y la
incapacidad para pedir, por su habilidad para querer y su poca soltura a la
hora de exigir…
Me gusta este término a veces mal utilizado, desvirtuado y humanizado, me
encanta sentir que tengo a mi lado a uno de esos seres extraños que, sin
saberlo, han sumado a mi uso habitual de esta palabra uno… infinitamente mejor.
Necesitamos tiempo para soñar, tiempo para recordar y tiempo para alcazar el infinito.Tiempo para ser.
(Galdys Taber).
|